Sin redundar en el lamento por las actitudes negativas ante la diversidad, “es cierto que hay un montón de docentes que enriquecen el desarrollo de sus clases”...”creo que hay mucha gente que piensa como yo y solo hay que encontrarse. Y estar en las mismas instituciones y en las mismas escuelas con las que trabajamos, y hay que dejar de decir “estoy solo” y lamentarse, hay que trabajar con los que uno coincide y tienen ganas y encarar los proyectos”[1], según la afirmación de Cadahia.
Para poder evitar posturas desubjetivantes, para lograr enemistarnos con las actitudes negativas, instamos a asumir una postura muy distinta frente a la diversidad que se nos presenta en la realidad áulica: la INVENCIÓN. Esta, según Duchatzky y Corea, “supone producir singularidad, esto es formas inéditas de operar con lo real”[2], es decir, singularizar, diversificar los procesos de enseñanza, diseñar, proponer, adaptar, pensar, crear, implementar creativamente, readaptar, modelar y remodelar recursos didácticos para no postergar ni archivar y sí, operar decididamente con la diversidad áulica.
De hecho ya existen docentes que realizan una contemplación (potencial o real) de propuestas que atienden a la diversidad áulica en la clase de matemática.
A través de las encuestas realizadas a diferentes docentes de matemáticas del nivel medio, donde les preguntábamos:
¿Utiliza alguna estrategia o recurso para atender la diversidad áulica?
A su parecer, ¿qué acciones (ya sea de los docentes o de otros actores sociales) podrían contribuir a mejorar el aprendizaje en la clase de matemática, de todos y cada uno de los educandos, atendiendo a las particularidades de los mismos?
A partir de sus repuestas, podemos enumerar las siguientes estrategias didácticas:
· Frente a un curso no numeroso se puede trabajar con cada caso, encarando procesos de enseñanza más personalizados;
· Hacer en una primera instancia un diagnóstico grupal para conocer a los alumnos, en sus particularidades, y adaptar los temas y ejercicios;
· Si son alumnos muy avanzados, talentosos, preparar una práctica extra o una práctica de mayor nivel o juegos de olimpiadas;
· Si son alumnos con bajo rendimiento utilizar recursos básicos, partir de lo práctico en un primer momento para luego desarrollar la teoría y revisar siempre lo dado anteriormente o, también dar apoyo por medio de clases extras en la misma institución;
· Sin son alumnos desmotivados utilizar simuladores (software, herramientas informáticas);
· Sin fuesen hiperactivos recurrir al apoyo de tutores;
· Frente a un grupo de sujetos que se caractericen por su ausentismo prolongado no conocen ninguna estrategia;
· A lo largo del cursado variar las estrategias y relacionar las prácticas con la realidad.
Estas estrategias coayudan a la configuración de una comunidad de aprendizaje y así, al sintonizar la situación de la clase y las personas que comparten la misma, con una “comunidad de aprendizaje” da pie para la personalización de los procesos educativos escolares, atendiendo ala pluralidad de sus integrantes.
- “Todos se sienten bienvenidos y contribuyen a que los demás se sientan bienvenidos.”
- Reconocemos en nosotros y en los otros sentimientos y emociones
- Distinguimos lo que alguien hace de lo que ese alguien ES.
- Existe un clima de valoración que promueve la autoestima.
- “Existe una expectativa generalizada de crecimiento”, donde el crecer no es homogéneo y tiene connotaciones particulares en cada individuo.
- Prevalece la “equidad”, es decir, atender a las necesidades singulares de cada alumno, que contribuyan a su crecimiento.
- “Docentes y estudiantes colaboran para lograr el crecimiento y los logros mutuos.”
- Se promueve la co-operación y la co-laboración en la convivencia.
Añadimos oportunamente una interesante idea de Corea-Leiwcowick que concuerda con un aula-comunidad, donde la convivencia y el real encuentro de las personas son aspectos esenciales:
“...evitar representar a otros, es decir, no suponer quienes son sino ser fieles a sus modos de existencia [...] componerse pensando con otro, inventando como estar en esa situación, habitándola y no tanto suponiendo de antemano cómo hay que estar o qué necesita ese otro.” “A esos otros no queremos representarlos lo que queremos es encontrarnos con ellos.”[3]
[1] Entrevista a Silvana Cadahia - Vease ANEXO
[2] Duschatzky y Corea. CHICOS EN BANDA. Ed. Paidós. Bs. As., 2003. Pág. 89
[3] C. Corea y I Lewkowick. PEDAGOGÍA DEL ABURRIDO. Ed. Paidos. Bs. As., 2004. Pág. 133